Un nuevo terremoto de magnitud 5,6 golpeó este jueves por la noche el este de Afganistán, el más fuerte en producirse en la región desde el pasado domingo, cuando registró uno de magnitud 6,0 que provocó más de 2.205 muertos y 3.640 heridos.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el último movimiento telúrico tuvo lugar a las 22:26 horas de Afganistán y su epicentro estuvo a 36 kilómetros del suroeste de la ciudad de Asadabad, capital de la provincia de Kunar, la más afectada por el terremoto del domingo. La profundidad del movimiento telúrico fue de 10 kilómetros.
Por el momento se desconoce cómo ha afectado el nuevo terremoto -los sismos han sido continuos en los últimos días- a la región, fronteriza con Pakistán.
La prioridad de las autoridades locales, de las ONG desplegadas en la zona y de las agencias internacionales es ahora facilitar la entrega de ayuda humanitaria a Kunar y al resto de las provincias afectadas por los terremotos.
Una labor que se hace más compleja con cada nuevo terremoto y con el estado de las carreteras de acceso al remoto Kunar, ya que muchas de ellas han quedado impracticables por los sucesivos episodios sísmicos.
El terremoto ha puesto al límite la capacidad operativa del régimen talibán, que ha desplegado en la zona su principal recurso, a sus soldados.
En los puntos donde el Estado no ha sido aún capaz de llegar, la sociedad civil ha comenzado a organizarse, con voluntarios caminando durante horas para llegar a la zona cero del terremoto, supliendo al mermado personal técnico y de emergencias, que abandonó el país masivamente en 2021, cuando los fundamentalistas retomaron el poder en Kabul.
EFE