Las labores de rescate continúan este martes por cuarto día consecutivo y con muy pocas esperanzas de encontrar con vida a los alrededor de 70 desaparecidos entre los escombros de un rascacielos derrumbado en Bangkok el viernes por el impacto en la ciudad del terremoto de 7,7 con epicentro en Birmania.
En su última comparecencia, el gobernador de Bangkok, Chadchart Sittipunt, reconoció que en «este momento no hay ninguna señal de supervivientes», pero aseguró que los equipos de expertos internacionales mantienen la esperanza de encontrar personas con vida, con 14 fallecidos de momento por el derrumbe.
«Esto no ha acabado. Si me preguntas por el plazo, diría que debemos hacerlo lo antes posible. Pero no diré que detendremos la búsqueda. ¿Y qué pasa con los familiares que esperan? Si paramos, necesitamos una razón clara que podamos explicarles a todos», dijo el gobernador.
En este sentido, aseguró que la operación continuará y no se parara la búsqueda «hasta que se esté seguro de que no queda esperanza» de encontrar supervivientes.
Los últimos datos elevan el número de fallecidos a 14, mientras todavía hay unos 70 desaparecidos bajo la montaña de cemento, hierro y cristal en la que quedó convertida el edificio de 30 plantas del norte de la capital, cerca del turístico mercado de Chatuchak.
La operación de rescate entró hoy en su segunda fase y se empezaron a levantar grandes partes de la estructura del edificio, que colapsó de manera fulminante tras el seísmo pasada la 1 de la tarde del viernes, según se pudo ver en las imágenes grabadas con teléfonos móviles.
La vicegobernadora de capital tailandesa, Tavida Kamolvej, dijo esta mañana también que se mantiene la esperanza de que las personas que están dentro puedan seguir vivas y que los equipos están haciendo todo lo posible, pero los escáneres llevan horas sin detectar signos de vida.
Por su parte, el rescatista Apiwat Chantanee, dijo hoy a los medios que los equipos de rescate habían estado trabajando sin descanso durante toda la noche y que tenía previsto traer ya maquinaria pesada para despejar los escombros y acceder a las zonas donde aún pueden estar atrapadas las personas desaparecidas.
«Sinceramente, espero de verdad que podamos encontrarlos a todos, y todos lo deseamos. Pero, en principio, después de 72 horas, las probabilidades de supervivencia son muy bajas», apuntó el rescatista.
Los equipos de rescate han estado utilizando perros, drones, una cámara termográfica para detectar el calor corporal y escaneos 3D de la estructura con el objetivo de localizar a personas entre la torre de escombros, en la que se trabaja día y noche desde el pasado viernes.
A las labores de rescate se han sumado equipos internacionales, incluidos soldados de EEUU.
El Gobernador de Bangkok anunció hoy que se ha levantado la declaración de zona de desastre activada en la capital tailandesa por el impacto del terremoto con epicentro a unos 1.000 kilómetros de distancia, entre las ciudades birmanas de Mandalay y Sagaing.
En Birmania, la cifra de fallecidos ascendió ayer a más de 2.000, según cifras de la junta militar y de la oposición democrática, con la llegada de ayuda dificultada por problemas logísticos y el conflicto que asola el país, entre otros factores.