La excandidata del correísmo a la Presidencia de Ecuador Luisa González insistió este martes -sin presentar pruebas concretas- en que hubo un supuesto «fraude institucional» en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, celebrada el pasado 13 de abril, en la que perdió ante el actual presidente, Daniel Noboa, quien fue reelegido hasta 2029 con el 55,63% de los votos válidos.
En una intervención pública habló de la auditoría emprendida por Revolución Ciudadana, el partido liderado por el expresidente Rafael Correa (2007-2017) quien -al igual que González- no reconoce los resultados de los comicios, pese a que los entes electorales ya han rechazado las impugnaciones de la agrupación política y han proclamado oficialmente el triunfo de Noboa.
Al insistir en su tesis del supuesto «fraude institucional», González reclamó «falta de transparencia» del Consejo Nacional Electoral (CNE) y anotó que, al iniciar el proceso electoral, el hermano de Diana Atamaint, la presidenta de esa institución, fue designado cónsul en Queens (Estados Unidos).
Asimismo habló de la controvertida inhabilitación de la candidatura presidencial del exlegionario y empresario especialista en seguridad Jan Topic, y de la negativa de Noboa a pedir licencia del cargo durante todo el período de campaña electoral, como exige la normativa electoral ecuatoriana.
González mencionó el posible delito de peculado (malversación de fondos públicos) por el supuesto uso de recursos para hacer campaña, el anuncio de la entrega de bonos y el «uso excesivo» de los estados de excepción, decretados por Noboa para combatir a las bandas del crimen organizado.
La presidenta de la Revolución Ciudadana cuestionó también que Noboa haya logrado que el CNE prohíba el voto con teléfono en mano bajo el argumento -sin pruebas presentadas públicamente- de una supuesta extorsión para votar en favor de González, usando la foto del voto como prueba.
La excandidata dijo que aún no saben dónde están las papeletas destinadas para el sufragio de los ecuatorianos en Venezuela, que finalmente no se cumplió, y reclamó cambios de última hora en recintos electorales donde considera que tenía amplia ventaja, pero que el CNE modificó por estar afectados por el invierno.
¿Traspaso de tinta?
González insistió también en la hipótesis del supuesto traspaso de tinta, que desarrollaron a raíz de un párrafo del informe preliminar de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), si bien el organismo aclaró que esa circunstancia no pudo alterar el resultado global de los comicios.
Dicho párrafo menciona algunos casos donde la tinta fresca del voto quedó impregnada también en el espacio del otro candidato al doblar la papeleta, algo que según los observadores generó una confusión en el sufragio, que se solventó el mismo día en presencia de los delegados de las agrupaciones políticas de Noboa y González.
Correa sostiene que las papeletas pudieron haber estado supuestamente impregnadas con un producto químico en el lado de Noboa para, en el momento en que se doblara el papel por la mitad, captar la tinta que era depositada originalmente en el lado de González.
Pedidos del correísmo
González reclamó que el CNE no ha atendido los pedidos de la Revolución Ciudadana, como información sobre el contenido del paquete electoral y los términos de referencia para «haber tenido bolígrafos de tinta que no secaba rápidamente».
Asimismo, reclamó que el CNE no ha cumplido con informar dónde están las papeletas de votación que fueron destinadas a Venezuela, ni han respondido a su pedido de entrega del padrón electoral utilizado en la primera y segunda vuelta.
La Revolución Ciudadana insistió este martes sobre los pedidos, pues asevera que no han sido atendidas 34 solicitudes realizadas al CNE que, por su lado, se prepara para entregar el próximo jueves las credenciales a Noboa y su vicepresidenta, María José Pinto, como ganadores de la contienda electoral.
En las elecciones de primera vuelta, Noboa superó a González con unos 16.000 votos, mientras que en el balotaje la diferencia fue de más de un millón de votos, al conseguir el 55,63% frente al 44,37% de la correísta.
EFE