Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, negó este miércoles ante el juez cualquier irregularidad en la cátedra que codirigió en la Universidad Complutense y ha rechazado intermediación alguna en favor de un empresario que participó en su cátedra.
Gómez ha comparecido este miércoles ante el juez en Madrid como investigada por dos nuevos delitos que le imputó recientemente en relación con la contratación de un software para la cátedra que codirigió en la Complutense (intrusismo y apropiación indebida) que se unen a los dos por los que ya la investigaba (corrupción en los negocios y tráfico de influencias).
La mujer del jefe del Ejecutivo español ha asegurado que «nunca se lucró», ni pretendió lucrarse, gracias a su relación profesional con la Universidad Complutense, según han informado fuentes jurídicas.
Ha insistido también en que no se apropió de ninguna marca en relación a la contratación de un software para la cátedra y ha asegurado que no intermedió en favor del empresario Juan Carlos Barrabés, que colaboró con ella en la Complutense, porque no participó en ningún proceso de licitación pública.
Gómez explicó ante el juez que comenzó a colaborar con la Universidad Complutense y llegó a ser codirectora de un máster antes de que Pedro Sánchez llegara a la presidencia del Gobierno, y ha asegurado también que fue nombrada directora de una cátedra después sin cobrar retribución.
El abogado de Begoña Gómez, Antonio Camacho, ha explicado a la salida de los juzgados que ella «se ha comportado siempre de una manera correcta, en coordinación con la Universidad Complutense».
La esposa del presidente del Gobierno acudió a declarar, como en ocasiones anteriores, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, accedió a los juzgados por el garaje y se limitó el acceso a la planta donde prestó declaración.