La organización humanitaria Cristosal anunció este jueves en Ciudad de Guatemala el cierre de sus operaciones en El Salvador ante una escalada represiva en contra de activistas de derechos humanos, que ha incluido varias detenciones.
«Ante la creciente represión y cierre de espacios democráticos en El Salvador, Cristosal se ve forzada a suspender sus operaciones en El Salvador y operar desde sus sedes en Honduras y Guatemala. Esta decisión responde a una situación insostenible del acoso estatal, amenazas directas a nuestro personal y a la criminalización de defensores», señaló en una conferencia de prensa el director ejecutivo de la organización, Noah Bullock.
Bullock indicó que «nuestro rol como organización no es alinearnos con gobiernos o ideologías, sino incidir para que los derechos humanos y las víctimas estén en el centro de toda gestión pública».
El director de Cristosal indicó que la organización enfrentó «una campaña sistemática de acoso legal, administrativa, espionaje y vigilancia en nuestras actividades y hogares, campañas de difamación en contra de nuestra organización».
Aclaró que Cristosal no renuncia a su permiso de operaciones en El Salvador y han presentado su «inscripción ante el registro de agentes extranjeros en El Salvador».
En un comunicado difundido hoy, la organización señaló que el «régimen de los hermanos Bukele ha desmantelado los principios básicos de la democracia» y lamentó que «bajo un estado de excepción permanente y con control casi absoluto de todas las instituciones, El Salvador ha dejado de ser un Estado de derecho».
Cristosal, que extendió su labor a Guatemala y Honduras, ha brindado acompañamiento a víctimas de la violencia de las pandillas y de atropellos estatales, ha sido una de las más críticas del Ejecutivo de Nayib Bukele y parte de las ONG que han recabado más de 6.400 denuncias de derechos humanos en los últimos años.
Con información de EFE