El sospechoso de haber atacado con un cuchillo a un grupo de niños y de haber matado a dos personas en un parque del sur de Alemania había estado internado tres veces en un psiquiátrico tras haber mostrado comportamientos violentos, según informaron este miércoles las autoridades, que descartaron por el momento una motivación islamista.
«El sospechoso había llamado la atención tres veces por actos violentos. En cada ocasión había sido internado para recibir tratamiento psiquiátrico y había recibido el alta», dijo en una rueda de prensa el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrman.
Herrman confirmó que el sospechoso del ataque que se produjo este miércoles en un parque de la ciudad de Aschaffenburg, en el sur del país, es un ciudadano afgano de 28 años que fue detenido diez minutos después de que se produjeran los hechos.
«Lo que sabemos es que sin previo aviso y de forma deliberada atacó a un niño de la escuela infantil con un cuchillo de cocina. Dos personas murieron, entre ellos un niño de dos años de origen marroquí», explicó el ministro.
La segunda víctima, como ya había adelantado la policía, es un hombre alemán de 41 años que se hallaba en el lugar por casualidad y que, según Herrman, intervino «valientemente» para proteger a los niños y fue herido mortalmente por el agresor.
El ministro bávaro explicó que la habitación del sospechoso en un centro de refugiados ha sido registrada por la policía y que no se han encontrado indicios de una posible motivación islamista, sino solo su medicación psiquiátrica.
El detenido llegó a Alemania en noviembre de 2022 y solicitó asilo, aunque su caso fue archivado después de que anunciase a las autoridades que iba a abandonar el país de forma voluntaria.
Sin embargo, Herrman agregó que por razones que todavía no están claras el sospechoso no abandonó Alemania, sino que continuó recibiendo tratamiento psiquiátrico, mientras que debido a su estado mental el mes pasado un tribunal había ordenado que se la asignase un tutor legal.
El ministro destacó que en los próximos días la policía seguirá investigando el ataque, pero que los indicios apuntan ahora mismo «de forma obvia» en la dirección del trastorno psiquiátrico como detonante de la agresión.
Por su parte, la ministra de Sanidad del Gobierno bávaro, Judith Gerlach, explicó que tres personas se encuentran hospitalizadas a consecuencia del ataque, pero que sus vidas no corren peligro.
Una de ellas es una niña de dos años de la misma escuela infantil que estaba visitando el parque, de origen sirio y que fue apuñalada tres veces en el cuello, aunque su estado no es grave.
Un hombre de 61 años tuvo que ser operado tras ser acuchillado en el tórax y una educadora de la escuela infantil se rompió un brazo al caer al suelo.
Scholz condena «tolerancia mal entendida»
El canciller alemán, Olaf Scholz, condenó el «acto de terror» y manifestó sus condolencias a las víctimas y a sus allegados.
«Pero esto no es suficiente: estoy harto de que aquí se cometan cada pocas semanas actos de violencia así. Por parte de autores que en realidad han venido a nosotros en busca de protección», afirmó, en términos inusualmente duros, en un comunicado.
«En este caso una tolerancia mal entendida es completamente inapropiada. Las autoridades deben esclarecer de modo urgente por qué el atacante se hallaba aún en Alemania. De las informaciones que se obtengan hay que sacar inmediatamente consecuencias; hablar no es suficiente», remachó el canciller.
Hace poco más de un mes del ataque de Magdeburgo (este), en el que un ciudadano saudí embistió con un coche contra un mercadillo navideño y mató a seis personas, entre ellas un niño.
El detenido había obtenido asilo en Alemania debido a su papel como disidente político y era ateo declarado, pero se había visto envuelto en numerosas disputas con las autoridades germanas y había amenazado con cometer un acto de venganza.