El enviado de Estados Unidos en Oriente Medio, Steve Witkoff, llegó en la mañana de este viernes a un punto de reparto de comida de la estadounidense Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, en inglés) en el sur de Gaza, según muestran imágenes capturadas en el lugar de la entrada del convoy.
Uno de los vídeos de su llegada, difundido por la cadena Quds (vinculada a Hamás) pero grabado desde un vehículo militar y en el que se escucha una conversación en hebreo, muestra a una multitud de personas mucho más reducido de lo habitual rodeando el área de reparto mientras los coches acceden al recinto.
Consultado por EFE, el Ejército evitó confirmar su llegada, mientras que portavoces de la GHF no respondieron a la consulta.
El punto visitado se encuentra en la ciudad de Rafah, en el sur del enclave, según difundió la Cadena 12 de la televisión israelí. Sin embargo, no detalló en cuál de los tres mantenidos por la Fundación (dos en el noroeste de la urbe y otro en el corredor militarizado israelí de Morag) se encuentra.
En la fotografía capturada a su llegada se observa a un grupo de gazatíes en los alrededores del punto de reparto recogiendo comida del suelo e introduciéndola en sacos.
La inspección de Witkoff del punto de reparto se produce con la intención de «concretar un plan para entregar más alimentos», según anunció el jueves la portavoz de la Administración republicana en EE.UU., Karoline Leavitt.
«El presidente Trump es un humanitario de gran corazón, y por eso mandó al enviado especial Witkoff a la región para salvar vidas y poner fin a esta crisis», insistió Leavitt, quien adelantó que tras recibir un informe de la visita, Trump decidirá sobre un futuro «plan final para la distribución de alimentos y ayuda humanitaria en la región».
Más de 1.300 palestinos han sido tiroteados y han muerto en torno a estos puntos de reparto o en carreteras, a la espera del paso de camiones con comida, por disparos del Ejército israelí, según los datos de la Sanidad de Gaza.
La GHF, estadounidense pero respaldada por Israel, tiene cuatro puntos de reparto en Gaza (los tres en Rafah y uno en Bureij, en el centro del enclave) y excluye el norte, donde no mantiene ninguno.
Las Naciones Unidas han rechazado desde su planteamiento estos puntos, asegurando que constituyen una «militarización» de la ayuda humanitaria al estar rodeados en su exterior por el Ejército israelí y asegurados en su interior por mercenarios estadounidenses.
Además de los tiroteos fuera de estos puntos de reparto que se han cobrado la vida de cientos de personas, en su interior el uso de granadas de sonido para dispersar a los palestinos y también los mercenarios han llegado a abrir fuego contra la población.
EFE entró en el punto situado en Bureij, pudiendo comprobar cómo la comida se abandona de madrugada en el centro del recinto a la espera de que la multitud de miles de personas que accede a lugar se haga con ella, lo que desencadena escenas de caos, mientras que muchos asistentes se marchan con las manos vacías.EFE