El director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel asumió el reto de poner en escena con un grupo de músicos sordos la primera ópera en lengua de signos, ‘Fidelio’ de Beethoven, un proceso que se muestra en el documental ‘El canto de las manos’, dirigido por la actriz española María Valverde.
«Creo que Beethoven pensaría que estamos locos, pero también le encantaría», afirma en una entrevista con EFE Dudamel, que asiste este viernes al estreno mundial del documental en una sesión especial del 28 Festival de Málaga (sur de España).
Este proyecto comenzó con el objetivo de celebrar los 250 años del nacimiento de Beethoven «no solo por el genio musical y la música que nos dejó, sino por una condición que realmente elevó el arte que nos regaló, que fue su sordera».
Porque escribió ‘Fidelio’ en el momento en que se estaba quedando sordo «y se ve que esa condición hizo que Beethoven fuese lo que fue para el mundo del arte, una referencia y uno de los genios más grandes de la historia de la música».
Muros que caen
«Ha sido un trabajo de mucho aprendizaje, de mucho encuentro y de mucho entendimiento. Lo más bello ha sido ver que, con una obra tan hermosa como ‘Fidelio’, esas barreras y muros van cayendo y vemos que la música tiene un poder mucho más allá del aspecto sonoro», afirma Dudamel.
Resalta que el documental muestra «el aislamiento a que están acostumbradas» las personas sordas y cómo «el arte les va llevando a conquistar cada una de las metas que les propone el hecho de interpretar una ópera».
El músico venezolano considera que este es «uno de los proyectos más especiales» de su carrera, porque descubrió «otras dimensiones que tiene la música».
«Trabajar con ellos fue fascinante y verlos interpretar fue un maravilloso enriquecimiento mutuo», añade Dudamel, quien precisa que «no es una cuestión de inclusión, se trata de integrar, de entendernos a iguales».
Considera que el reconocimiento alcanzado por estos intérpretes «es la dignificación y es justicia», y que «romper esos muros ha sido parte de este proceso».
Logro individual y colectivo
«Las diferencias unen. Vivimos en un mundo en el que las diferencias significan ruptura, pero son enriquecedoras y, si encuentras puntos de encuentro, ahí está el logro colectivo. Estos muchachos lograron algo individualmente, pero algo que también abraza lo colectivo», apunta Dudamel.
Por su parte, María Valverde explica a EFE sobre su debut en la dirección que ha sido «un paso muy natural», porque «necesitaba contar esta historia de una minoría y tener la oportunidad de entender la música más allá de lo que conocemos o queremos conocer».
Según Valverde, mostrar el proceso de creación de ‘Fidelio’ le permitía «reivindicar los derechos de las personas sordas de una manera que dignifica sus vidas, con todo respeto y amor, porque este documental es una carta de amor a ellos, para mostrar el aislamiento que sufren dentro de sus propias familias».
Mucho por hacer
En los 90 minutos de metraje compuso un «collage» con el material que rodó durante dos años y que «da para muchos temas de conversación, el acceso a la sanidad, la educación o el trabajo, tantos temas que no somos conscientes de que queda tanto por hacer».
Ahora la directora desea que el documental «llegue a cuantas más personas mejor y, además del recorrido por los festivales, generar eventos para las personas adecuadas y que siga transformando, ser referente en un cambio».
«Los actores ya lo vieron, porque para mí era importante que se sintieran identificados con sus discursos. Han estado desde el minuto uno en el proceso. Nos hemos hecho hermanos de la vida», asegura Valverde.
EFE / José Luis Picón