El presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, publicó este lunes un artículo titulado “Doce meses de exilio, mi testimonio de resistencia democrática”, en el que relató cómo ha vivido un año de destierro tras haber salido forzadamente del país en septiembre de 2024.
González Urrutia recordó que su salida no fue planificada y que se produjo en medio de la expectativa de un acuerdo político que nunca se cumplió. Relató que abordó un avión militar español junto a su esposa Mercedes, y que comprendió la magnitud del momento cuando vio a los militares formarse en Maiquetía para saludarlo. “No se trataba de mi seguridad personal, sino de la protección de una voluntad popular que un país hermano decidió resguardar”, expresó.
El dirigente relató su llegada a Madrid, donde lo recibió su hija con lágrimas, un reencuentro que dio sentido al sacrificio. Sin embargo, también reconoció el dolor por la ausencia de su familia en Caracas, especialmente de su yerno Rafael, quien fue secuestrado por cuerpos de seguridad del Estado hace ocho meses y continúa desaparecido.
En su balance, González aseguró que el exilio no ha sido un refugio, sino un espacio de acción política que le permitió llevar la voz de los venezolanos a parlamentos europeos, cancillerías y organismos internacionales. “El exilio no ha sido reposo. Ha sido movimiento constante de viajes, encuentros, gestiones, entrevistas y conversaciones”, escribió.
También destacó la coordinación con María Corina Machado y la Plataforma Unitaria para mantener la legitimidad democrática. “María Corina y yo hacemos buen equipo. Juntos nos hemos preparado para la transición porque la responsabilidad de encarnar un mandato democrático no admite improvisaciones”, afirmó.
El presidente electo reiteró que su compromiso no es con un cargo, sino con los casi ocho millones de votos que obtuvo en las elecciones. “No defiendo un cargo ni un nombre; defiendo un mandato legítimo que pertenece al pueblo venezolano. Ese mandato no se ha quebrado a pesar de la persecución”, enfatizó.
Finalmente, González aseguró que su estadía en España ha servido para fortalecer la estrategia de transición y preparar el regreso. “Cuando llegue ese momento, Venezuela sabrá que la dupla, María Corina y yo, nunca dejamos de trabajar por su libertad y por la legitimidad que le dio sentido a esta lucha”, concluyó.