Saúl López, presidente de la sociedad venezolana de ingenieros agrónomos, asegura que ven «con mucha preocupación como se ha incrementado la escasez del diesel, que es el combustible más importante para el trabajo en el sistema agroalimentario venezolano».
«Un 80% de la transportación del sector depende de este combustible. Estimamos que para el sector primario en el ciclo de invierno, el más importante de siembra que se inicia en junio y culmina en noviembre, se requieren de 40 millones de litros de gasoil al día, lo que equivale a 690 mil barriles de petróleo por día, que desde ya se deben disponer para atender a los productores primarios», agrega.
Para López es preocupante que el precio del petróleo siga incrementándose en los mercados mundiales, “porque Venezuela requeriría de más capitales para adquirir en el exterior el combustible que no se produce acá”.
Añade que a la escasez del gasoil se agrega una limitante en el campo venezolano. «No se han implementado prácticas agronómicas actualizadas que optimicen y agreguen una mejor eficiencia en el uso del combustible y de las maquinarias agrícolas», indicó.
Refirió que «en el contexto del auge del rentismo petrolero en la última década resultaba fácil para los productores adquirir maquinaria agrícola. Pero no hubo una planificación sostenida, una estructuración de un sistema contable ni de administración de unidades de producción, considerando la depreciación y la obsolescencia de estas maquinarias para su eventual reposición. Por estas razones, en la actualidad hay un cementerio de maquinaria agrícola en Venezuela, en donde es muy difícil incorporar nueva maquinaria y mucho menos y tractores. En este momento hace falta 5.000 tractores para poder aumentar los niveles productivos de este nuevo ciclo de invierno que se inicia en junio», reiteró López.