España, a través de su Ministerio de Exteriores, desmintió este domingo que esté implicada en una «operación de desestabilización política» en Venezuela y rechazó «rotundamente cualquier insinuación» al respecto, tras las acusaciones del régimen venezolano de que «iba a suministrar mercenarios» para un supuesto operativo dirigido por Estados Unidos.
El Gobierno de Pedro Sánchez volvió a reclamar una «solución democrática y pacífica a la situación en Venezuela», después de que el chavismo hiciese pública el sábado la detención de dos españoles por su presunta implicación en una supuesta operación para llevar a cabo actos «terroristas», entre ellos asesinar a Nicolás Maduro.
Los detenidos son los españoles Andrés Martínez Adasme y José María Basoa Valdovinos, de 32 y 35 años, respectivamente. El Gobierno de España desmintió que formen parte del servicio de inteligencia español, luego de que el régimen de Maduro afirmara que estaban vinculados a este departamento. No pertenecen tampoco a ningún otro organismo estatal, según el ministerio de Exteriores español.
Ambos estaban en Venezuela como turistas, según sus familias, que el pasado lunes, 9 de septiembre, y tras perderles la pista, denunciaron su desaparición en redes sociales y en comisaria. La Policía averiguó que habían sido detenidos y se lo transmitió a los familiares, si bien no se ha indicado el motivo de las detenciones y la investigación policial por la desaparición sigue abierta.
La Embajada de España en Venezuela pidió al régimen de Maduro tener acceso a los dos detenidos, acusados de terrorismo, para verificar sus identidades y darles la asistencia necesaria. Sus familias están en contacto permanente con el Ministerio de Exteriores y el Consulado de España en Caracas, además de con el Gobierno de País Vasco, al norte de España, de donde son originarios los dos arrestados.
Con información de EFE