La Primera Sala de la Corte Suprema brasileña ratificó por mayoría las medidas cautelares impuestas el pasado viernes contra el expresidente Jair Bolsonaro, entre ellas el uso de tobillera electrónica y la prohibición de utilizar las redes sociales.
De los cinco jueces que integran este brazo del Supremo, cuatro votaron a favor -en una sesión virtual- de mantener las cautelares contra el exmandatario (2019-2022), dictadas por el magistrado Alexandre de Moraes, instructor del proceso por golpismo que afronta el líder ultraderechista.
Solo el juez Luiz Fux votó en contra al considerar que restringen «de forma desproporcionada los derechos fundamentales, como la libertad de circulación y la libertad de expresión y comunicación, sin que exista una demostración concreta de los requisitos que legalmente autorizarían la imposición de esas cautelares».
De Moraes, por su parte, defendió la imposición de las medidas restrictivas ante la existencia de indicios de delitos de «coacción, obstrucción» de justicia y «atentado a la soberanía nacional», según un informe de la Policía Federal.
Estos mismos cinco jueces fueron los encargados de declarar reo a Bolsonaro en el juicio que enfrenta por supuestamente liderar un complot golpista para mantenerse en el poder tras su derrota en las elecciones de 2022.
Las medidas cautelares, ahora ratificadas, incluyen el uso de una tobillera electrónica para monitorear los movimientos del expresidente, quien además tiene prohibido salir de casa entre las 19:00 y las 7:00 horas, así como los fines de semana, y utilizar sus redes sociales.
Tampoco puede contactar con embajadores y diplomáticos extranjeros, ni acercarse a las embajadas, y se mantiene la prohibición de mantener contacto con otros procesados, entre los que se encuentra su hijo y diputado, Eduardo Bolsonaro, quien se encuentra en Estados Unidos.
Con todo, el ex jefe de Estado se reunió el lunes con aliados políticos en el Congreso y a la salida exhibió la tobillera electrónica y arremetió contra el Supremo ante la prensa.
Sus declaraciones circularon por las redes sociales, lo que fue interpretado por De Moraes como una posible violación de las medidas cautelares. En este sentido, dio a la defensa del exgobernante un plazo de 24 horas para explicar lo sucedido, so pena de prisión preventiva.
Este caso es una pieza separada del caso por golpismo e investiga a Bolsonaro y a su hijo Eduardo por supuestamente promover sanciones del Gobierno de Donald Trump a Brasil en represalia al proceso por el intento de golpe de Estado.
EFE