El presidente Donald Trump ordenó al enviado especial Richard Grenell detener todas las comunicaciones con el régimen de Nicolás Maduro, dando por terminados los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un acuerdo con Venezuela y abriendo la posibilidad de una escalada militar, según reveló este lunes The New York Times.
De acuerdo con funcionarios estadounidenses citados por el diario, Trump realizó la instrucción durante una reunión con altos mandos militares el jueves pasado, en la que llamó personalmente a Grenell —quien también dirige el Kennedy Center— para indicarle que debía cesar todo contacto con funcionarios venezolanos, incluido el propio Maduro.
El mandatario republicano habría expresado su frustración por la falta de resultados de las conversaciones, ante la negativa de Caracas de ceder el poder.
El periódico indica que la Casa Blanca ya tiene listos varios planes militares de escalada, algunos de los cuales incluyen operaciones diseñadas para forzar la salida de Maduro del poder. El secretario de Estado y asesor de Seguridad Nacional, Marco Rubio, ha sido uno de los principales impulsores de una línea dura contra el chavismo, calificando a Maduro de “fugitivo de la justicia estadounidense” y elevando la recompensa por su captura a 50 millones de dólares.
La decisión se produjo poco después de que el secretario de Guerra, Pete Hegseth, confirmara un nuevo ataque de las fuerzas armadas estadounidenses contra una embarcación en aguas internacionales cerca de Venezuela, en el que murieron cuatro hombres. Fue el cuarto operativo conocido contra presuntos cargamentos de drogas en el Caribe.
Grenell había mantenido meses de conversaciones con Maduro con la intención de evitar un conflicto mayor y explorar un acuerdo que incluyera la apertura del sector petrolero venezolano a empresas estadounidenses. Sin embargo, aliados de Rubio consideraron que dichas gestiones “generaban confusión” dentro de la estrategia de Washington.
La semana pasada, la administración Trump notificó al Congreso que Estados Unidos se encuentra formalmente en “conflicto armado” con los carteles del narcotráfico, a los que designó como organizaciones terroristas. Según el informe, este aviso, junto con el fin de la vía diplomática, apunta a una posible expansión de las operaciones militares en la región, incluyendo eventuales acciones dentro de territorio venezolano.