El régimen de Nicolás Maduro pidió este jueves que se convoque con «carácter de urgencia» a una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ya que temen un «ataque armado» por parte de Estados Unidos «en un muy corto plazo».
«Esta misiva, a partir de información probada, razonable y objetiva, confirma que un ataque armado por parte de los Estados Unidos de América contra (…) Venezuela puede ocurrir en un muy corto plazo», alertó el régimen en una carta, compartida por el canciller Yván Gil, dirigida al ruso Vassily A. Nebenzia, presidente del Consejo de Seguridad de la ONU.
Concretamente, el régimen chavista solicitó que se «convoque con carácter de urgencia a una reunión» para «determinar la existencia de una amenaza a la paz y formular recomendaciones para frenar los planes de agresión estadounidense en curso», en virtud de que Estados Unidos -señaló- ha decidido «cerrar toda vía de contacto diplomático» con la tiranía venezolana.
El régimen de Maduro hizo esta petición tras mencionar el «despliegue militar sin precedentes» de EE.UU., que incluye, subrayó, «destructores, aviones de combate, tropas élite, activos utilizados en operaciones especiales y misiones encubiertas, e incluso un submarino (de propulsión) nuclear, todos los cuales se ubican a escasas millas de las costas venezolanas».
Asimismo, el régimen subrayó lo que consideró como las tres «peligrosas declaraciones» del presidente de Estados Unidos, Donald Trump: la primera, el pasado 22 de septiembre, en su «intervención ante la Asamblea General, cuando expresó su voluntad de utilizar el poderío militar estadounidense para ‘hacer volar’ al presidente Nicolás Maduro».
La segunda, prosiguió, el pasado 3 de octubre, cuando «notificó al Congreso de Estados Unidos sobre su determinación de que el país se encontraba en un ‘conflicto armado no internacional’ con carteles de la droga».
Y, la tercera, concluyó el comunicado, el pasado 4 octubre, cuando Trump indicó que «tendría ahora que ‘empezar a buscar por tierra’ a los supuestos narcotraficantes», lo que para Venezuela «apunta hacia la inminencia de una violación» de su soberanía nacional.
«De más está decir que esta agresión que se avecina contra nuestro país tendría grandes repercusiones sobre la paz, la estabilidad y la seguridad de toda la región latinoamericana y caribeña», advirtió el régimen chavista.