De vuelta en la alineación de Milwaukee, tras perderse 28 juegos por una distensión en el tendón de la corva derecha, Jackson Chourio dio una muestra de todas sus aptitudes durante el fin de semana en el Rogers Centre.
El sábado rompió el empate 1-1 en el noveno inning, con un jonrón por el jardín derecho contra el cerrador de los Azulejos de Toronto, Jeff Hoffman. El cuadrangular solitario de Chourio inició un racimo de tres anotaciones, camino a un triunfo de los Cerveceros 4-1, con el que aseguraron dos de los tres partidos de la serie contra los Azulejos.
“Fue súper especial”, dijo Chourio después del partido, de acuerdo con MLB.com. “Quería mantener este gran momento que estamos viviendo, y qué mejor manera de hacerlo que consiguiendo ese hit hoy”, dijo.
El estacazo salió disparado a 100,1 mph y recorrió una distancia de 361 pies. Por debajo del maderazo ante el primer lanzamiento que vio de Kevin Gausman en la parte alta de la primera entrada, enviando una recta proyectada por Statcast a 407 pies hacia la pradera central, pero que una estelar atrapada de Myles Straw le negó el cuadrangular. Al final logró conseguirlo, en lo que se suponía era la última oportunidad ofensiva de su club.
El domingo, Chourio se apuntó el cuarto compromiso de su carrera de cuatro imparables, tres de ellos en lo que va de campaña, y su tercero de dos dobles, todos en 2025, con los que elevó su total en la campaña a 31, rompiendo su tope personal de 29, establecido en 2024, su zafra de novato.
Chourio se convirtió apenas en el segundo venezolano con una cosecha de por lo menos 31 biangulares antes de su cumpleaños 22. El otro es Miguel Cabrera, quien también se apuntó 31 dobletes en 2004, con 21 años, cinco meses y dos días de nacido, según Baseball-Reference. El marabino lo consiguió con 21 años, cinco meses y 20 días de edad.
En sus primeros dos desafíos, luego de ser reintegrado al roster activo, después de la primera lesión prolongada de su joven trayectoria, ligó de 9-6 (.667), con dos dobles, un vuelacercas, tres anotadas y una producida.
Una explosividad que era difícil de prever, luego que en su asignación para rehabilitarse en el Nashville (Triple A), se fuera de 19-1 en cinco cotejos.
“Es como invitar a Whitney Houston a una barbacoa”, apuntó Murphy, haciendo un particular símil. “Probablemente no sonaría tan bien como si la invitaras a un estadio y cantara frente a 50.000 personas”.
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Con información de LVBP