El riesgo de que en los próximos meses empeore la situación humanitaria es mayor en Venezuela que en Líbano, Myanmar, Ucrania y Libia.
Así lo advirtió ACAPS, organización independiente que realiza análisis del contexto humanitario en 150 países. Este análisis de riesgo global describe una serie de contextos clave en los que puede producirse un deterioro notable que provocará un aumento de las necesidades humanitarias.
En su más reciente informe, ACAPS identificó que en los próximos seis meses Venezuela y Colombia representan un riesgo alto; mientras que Líbano, Myanmar, Nicaragua y Ucrania tienen un riesgo medio; y Libia y Sahara Occidental presentan un bajo riesgo.
En el caso de Venezuela, ACAPS advirtió que «el empeoramiento de las condiciones de vida y la reducción del acceso a la asistencia humanitaria y los servicios básicos provocan un aumento de los desplazamientos hacia Colombia«.
Ataques a las ONG
Entre los peligros que identificaron en Venezuela es que las ONG seguirán enfrentando mayores dificultades para registrarse y para su financiamiento, lo que provocará meses de demoras en la implementación de actividades o la suspensión de operaciones.
«Las limitaciones humanitarias y el acoso contra las organizaciones humanitarias probablemente obligarán a muchas organizaciones de la sociedad civil, ONG y las organizaciones internacionales suspenden o cierran sus operaciones, disminuyendo su capacidad para implementar programas para responder a las necesidades de las personas. Esto probablemente podría aumentar la cantidad de personas necesitadas en Venezuela«, alertó ACAPS.
Crisis económica
La escasez de combustible y la crisis económica, también son factores que aumentan el riesgo en Venezuela. «Es probable que el precio de los alimentos y los servicios aumente o se mantenga igual, mientras que el salario mínimo probablemente disminuirá y la hiperinflación continuará. Como resultado, el acceso a los bienes y servicios básicos, incluidos los alimentos, será muy limitado«, señala el informe.
Además, se espera que empeoren las condiciones de vida y haya «un aumento severo de las necesidades humanitarias» ante el reducido acceso a servicios básicos y bienes, y los efectos de la pandemia.
«Se espera que la seguridad alimentaria y la nutrición se deterioren debido a la disminución del poder adquisitivo, así como a los desafíos de la producción local de alimentos«, indican citando informes de FAO y OCHA.
La escasez de combustible también afectará el acceso humanitario a las personas que necesitan asistencia, así como a toda la cadena de producción de alimentos, especialmente la distribución de alimentos en comunidades indígenas y áreas de difícil acceso.
Crisis migratoria
El informe de ACAPS advierte que las personas que viajan a la frontera para emigrar del país están expuestas al riesgo de extorsión, violencia física o sexual y explotación, especialmente aquellas que lo hacen a pie por falta de transporte.
«Es probable que el empeoramiento de las condiciones de vida y un aumento significativo de las necesidades humanitarias provoquen un aumento de los flujos migratorios y de desplazamiento. Se prevé que más de 330.000 venezolanos abandonen el país y estén en tránsito por la región en 2021«, indican.
Pero alertan que el número también podría ser mayor si las ONG se ven obstaculizadas significativamente en sus operaciones.