Líderes del exilio venezolano en Estados Unidos alertaron este miércoles del riesgo inminente de la deportación de Gregory Sanabria, exprisionero político durante el régimen de Nicolás Maduro, ahora detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Texas, pese a ser beneficiario del Estatus de Protección Temporal (TPS) y solicitante de asilo.
«Hoy los hogares venezolanos estamos destrozados», declaró la fundadora de la Asociación Multicultural de Activistas Voz y Expresión (AMAVEX), Helene Villalonga, en una rueda de prensa en la ciudad de Doral, en el sur de Florida.
Representantes de AMAVEX, Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (VEPPEX), Resistencia Sin Fronteras y otras agrupaciones advirtieron de que Sanabria, expreso político y víctima de tortura en Venezuela, según organismos internacionales, podría ser expulsado del país incluso antes de su audiencia de asilo.
Por ello, pidieron el adelanto de su cita, prevista para el 1 de julio.
Sanabria se presentó voluntariamente el pasado 12 de junio ante ICE, como lo hace anualmente para cumplir con su proceso migratorio, y al salir fue detenido, según sus representantes, a raíz de la terminación de la protección migratoria del TPS, tras el fallo de la Corte Suprema del 18 de mayo que autorizó el fin de este programa.
El abogado internacionalista de derechos humanos Kelvi Zambrano, quien representa su solicitud de medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), advirtió de que el activista enfrenta un riesgo “real e irreparable” si lo deportan a Venezuela.
Zambrano explicó también que el activista está actualmente con fiebre y malestar general en el centro de detención.
Los líderes insistieron en que su arresto ha sido «arbitrario» y que se ha aplicado de forma indebida la Ley de Enemigos Extranjeros (‘Alien Enemies Act’ en inglés), una norma históricamente invocada en tiempos de guerra, que permitiría su deportación sin audiencia, por lo que han pedido a la CIDH que inste a EE.UU. a frenar cualquier expulsión hasta que se resuelva su proceso de asilo.
Sanabria, arrestado en 2014 por participar en las protestas contra Maduro en el estado de Táchira, estuvo recluso en El Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), donde en 2018 fue víctima de tortura que distintas organizaciones de derechos humanos como Foro Penal denunciaron.
Tras su liberación se refugió en EE.UU., donde obtuvo el TPS y la protección de la Convención Contra la Tortura de la ONU.
«Gregory representa la esperanza de los jóvenes venezolanos que encuentran en EE.UU. la posibilidad de quedarse bajo la protección del asilo político», subrayó Villalonga.
Remarcó que su regreso a Venezuela implicaría un alto riesgo de represalias, pues forma parte del mismo expediente judicial que Lorent Saleh, otro joven opositor torturado durante su reclusión en Venezuela.
«Como líderes estamos haciendo un llamamiento de auxilio y de humanidad a las autoridades de los EE.UU., al Departamento de Seguridad Nacional (DHS en inglés) para tomar en consideración que Gregory no debe ser movido de los EE.UU.», añadió.
Según la defensa, altos funcionarios venezolanos han emitido amenazas públicas, así como un periodista del canal estatal Venezolana de Televisión (VTV) que, tras la noticia de su detención en EE.UU. comentó en sus redes sociales: «Lo estamos esperando».
Con información de EFE