Cuba sufrirá apagones durante todo este lunes, cortes del suministro eléctrico que llegarán a afectar a hasta el 47% del país de forma simultánea en el momento de máxima demanda, según el informe diario de la estatal Unión Eléctrica (UNE).
La isla se encuentra sumida en una crisis energética por falta de capacidad de producción que se ha agravado en los últimos meses, en los que se han registrado tres apagones nacionales. Actualmente, los cortes superan las 20 horas diarias en algunas regiones y en La Habana son de entre cuatro y seis horas al día.
La UNE, perteneciente al Ministerio de Energía y Minas (Minem), calcula para esta jornada una capacidad máxima de generación eléctrica de 1.760 megavatios (MW) en el horario “pico”, en la tarde-noche, para una demanda de 3.200 MW.
El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 1.440 MW y la afectación real -los circuitos que se desconectarán preventivamente para evitar un apagón desordenado- alcanzará los 1.510 MW en el momento de mayor consumo, por encima de la máxima afectación de la víspera, de 1.438 MW.
La UNE informó que ocho de las 20 unidades de producción termoeléctrica (distribuidas en siete centrales) están averiadas o en mantenimiento actualmente. Además, 56 centrales de generación distribuida y una central flotante (patana), entre otras instalaciones, están fuera de servicio por falta de combustible (fueloil y diésel).
Expertos independientes explican que la crisis energética se debe a una infrafinanciación crónica de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959. El Gobierno apunta a los efectos de las sanciones estadounidenses en este ámbito.
Las centrales termoeléctricas están obsoletas, tras décadas de explotación y déficit de inversiones; y la paralización de otras infraestructuras energéticas está ligada a la falta de fueloil y diésel, principalmente porque el Estado no tiene divisa para importarlos.
Según diversos cálculos independientes, el Gobierno cubano precisaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el Sistema Eléctrico Nacional, una inversión fuera de su alcance. Y cualquier solución sería posible tan sólo a largo plazo.
Los frecuentes apagones lastran la economía cubana, que se contrajo un 1,9% en 2023 y no creció el año pasado, según estimaciones del propio Gobierno. De acuerdo a esas cifras, el PIB de la isla sigue por debajo de los niveles de 2019 y no lo superará este 2025, para el que el Ejecutivo prevé un avance del 1%.
Los cortes también generan un fuerte descontento social y han sido detonante en los últimos años de inusuales protestas en la isla, como las masivas del 11 de julio de 2021, las del verano de 2022 en La Habana y Nuevitas o las del 17 de marzo de 2024 en Santiago de Cuba (este) y otras localidades.