Chile llamó este martes, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, a evitar una escalada militar en el Caribe, a privilegiar la vía diplomática y a avanzar hacia una solución pacífica, gradual e inclusiva a la crisis venezolana. La embajadora chilena ante Naciones Unidas, Paula Narváez, reiteró además que su país no reconoce la legitimidad del régimen de Nicolás Maduro.
Narváez abrió su intervención expresando la preocupación de Chile por el despliegue de operaciones militares a gran escala en la región, en medio de la creciente tensión entre Estados Unidos y Venezuela.
“Chile desea expresar su profunda preocupación por el despliegue de operaciones militares a gran escala en el Caribe y rechazar cualquier acción armada que pueda poner en peligro la estabilidad y la paz en la región”, afirmó.
La embajadora subrayó que la situación actual exige recordar principios esenciales del orden internacional e insistió en que América Latina y el Caribe deben seguir siendo una zona de paz, y que la región debe enfrentar de manera coordinada la amenaza del crimen organizado transnacional.
Chile no reconoce a Maduro
En uno de los pasajes más directos de su discurso, la representante chilena reiteró la posición histórica de su país: “Chile no reconoce la legitimidad del actual régimen encabezado por el señor Nicolás Maduro, debido a la ausencia de condiciones democráticas, garantías electorales y respeto pleno al Estado de Derecho”, señaló.
A la vez, enfatizó que la postura chilena se orienta a la defensa del pueblo venezolano, cuyos derechos y dignidad deben estar en el centro de cualquier acción internacional.
Narváez recordó que la tensión actual no puede hacer olvidar el deterioro prolongado de las instituciones venezolanas, las restricciones a los derechos civiles y políticos y la falta de participación democrática.
También destacó la magnitud de la crisis migratoria: “Millones de venezolanas y venezolanos se han visto forzados a abandonar su país en busca de seguridad y oportunidades, generando enormes desafíos humanitarios en toda la región, incluido el nuestro”, afirmó.
La embajadora advirtió que cualquier confrontación armada tendría consecuencias devastadoras: “Una escalada militar profundizaría el sufrimiento de la población civil y agravaría aún más las dinámicas de desplazamiento, inseguridad y vulnerabilidad”, alertó.
Chile destacó la importancia de los mecanismos multilaterales de prevención y diálogo, y valoró especialmente el papel del Secretario General y del propio Consejo de Seguridad.
“Los desafíos que enfrenta Venezuela no tienen una solución militar. Solo podrán abordarse mediante procesos pacíficos, graduales e inclusivos que consideren las legítimas aspiraciones del pueblo venezolano”, sostuvo Narváez.
Finalmente, reiteró la disposición de Chile a respaldar iniciativas constructivas junto a los países de la región y la comunidad internacional para avanzar hacia la estabilidad y el respeto de los principios fundamentales de la ONU.











