El director general del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Robert Mardini, anunció que el presupuesto de la organización, con serios problemas financieros, será recortado en un 13% para 2024, año en el que además tendrá que prescindir de otros 270 empleados en su sede en Ginebra (de un total de 1.400).
«Son decisiones inevitables, dolorosas y extremadamente difíciles», destacó en rueda de prensa el directivo de la centenaria organización humanitaria fundada en 1863 y que ya este año tuvo que recortar su plantilla global en unos 1.800 empleados (de un total de 22.700).
El presupuesto para el próximo año, pese a las crecientes necesidades que afronta esta organización de asistencia en conflictos, será de 2.100 millones de francos suizos (2.200 millones de euros), frente a los 2.400 millones de francos (2.500 millones de euros) con los que ha contado en 2023.
Mardini reconoció que ante estas dificultades financieras «las delegaciones de CICR tendrán menos capacidad para asistir a aquellos en necesidad, debido a las reducciones de personal y los menores presupuestos operacionales».
El director general subrayó que pese a ello el trabajo de CICR sigue siendo esencial, como se ha mostrado este año en operaciones como la mediación en el intercambio de prisioneros de guerra en el conflicto de Yemen o las visitas a soldados rusos y ucranianos en manos del enemigo para analizar sus condiciones de detención.
Con todo, en un contexto marcado por la inflación, el descenso de las contribuciones de donantes y el aumento de las necesidades en los conflictos, «la organización ya afrontó un 2023 complicado en lo financiero, que supuso pérdidas de empleos y la reducción del tamaño de las operaciones en diversos lugares», afirmó.
Mardini no quiso adelantar en qué partes del mundo se llevarán a cabo los principales recortes presupuestarios en 2024 y señaló que los equipos de la organización en cada lugar analizarán posibles medidas de ahorro.
CICR ha pedido a lo largo de los últimos meses ayuda a los principales países donantes para resolver estas dificultades financieras.
En este sentido el Gobierno suizo anunció recientemente una ayuda de 50 millones de francos (52 millones de euros) para la organización, clave en la imagen humanitaria y pacifista del país.
EFE